lunes, 2 de abril de 2012

Dios no olvida tu servicio


Aun cuando nadie te lo agradece, Dios no te olvida

Hebreos 6: 10

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”.

Una de las cosas que mas me gustan en la vida es poder servirle a Dios. Recuerdo que cuando entregue mi vida al Señor lo primero que le dije fue: “Quiero servirte”, parece ser que Dios lo tomo muy en cuenta y desde entonces siempre le he servido en uno u otro ministerio.

Con el transcurrir de los años he podido notar como Dios ha sido agradecido con mi vida a través de muchas cosas, se en lo profundo de mi corazón, que todo lo que hago, además de hacerlo por amor al Señor, El lo toma muy en cuenta. Por esa razón quiero decirte que tu servicio para el Señor es valioso y que Dios nunca se olvidara de todo lo que has hecho para El.

Si en algún momento de tu caminar cristiano te has hecho mas de alguna de las siguientes preguntas: ¿Para que me desgasto tanto sirviendo?, ¿Será que alguien toma en cuenta lo que hago?, ¿Valdrá la pena todo lo que hago para el Señor?, quiero decirte que todo lo que tu haces es tomado en cuenta en el reino de los cielos.

Amigo servidor, jamás te canses de desgastarte para el Señor, jamás te canses de servir a los demás miembros de tu congregación aun cuando estos ni siquiera te dan las gracias. Tu no necesitas que alguien ande valorando tu trabajo acá en la tierra, porque hay un Juez Justo que sabe muy bien lo que tu haces.

Seguramente en algún momento en tu servicio al Señor has sentido que ni siquiera fuiste reconocido por algo que te tomo mucho esfuerzo hacer, pero no te preocupes, esa es parte de la estrategia de Dios para tu vida, puesto que lo que tu haces no lo haces para agradar al ojo humano, sino a Dios, así que no te sientas mal si tu líder o tu pastor jamás valora todo el esfuerzo que haces, porque hay un Dios a quien tu sirves que valora mucho todo lo que haces y te tiene en gran estima.

Dios es tan lindo que cuando sabe que alguien le sirve con amor, El también se lo agradece a través de muchas bendiciones para su vida, su familia, su trabajo, etc. Yo puedo dar testimonio que mi trabajo en el Señor ha sido recompensando en gran manera por El, desde darme una linda familia, hasta permitir que mi pequeño hijo sea saludable, desde no permitir que la enfermedad llegue a mi vida, hasta darme el privilegio de poder gozar de muchas satisfacciones en la vida.

Sin duda Dios es lindo y jamás olvida lo que hacemos por El. Dios ha visto todas esas noches que te has quedado intercediendo por tu congregación, Dios ha visto como muchos de tus amigos te han rechazado solo por quererlos invitar a escuchar Palabra de Dios, Dios ha visto todas las veces que has llegado cansado a tu casa después de un largo día de predicación, Dios ha visto la disposición con la que has limpiado cada silla de tu congregación, El ha visto con que amor recibes a los hermanos que llegan a la Iglesia, El ha visto con que amor has llevado esa clase preparada para los niños, TODO, absolutamente TODO lo que has hecho para Dios, esta guardado en el Libro del Señor y te recompensara.

Claro esta que ahora nosotros no hacemos obras buenas para salvarnos, porque Jesús nos salvo por gracia no por obras, pero nosotros hacemos buenas obras, para tratar de agradecer TODO lo bueno que El ha sido con nosotros.

Amigo mío, déjame decirte que Dios esta muy contento de tu trabajo, de todo el esfuerzo que le has echado a esa actividad que has preparado con mucho amor.

Dios te dice algo en esta hora:

“Hijo mío tu vales mucho y todo lo que haces por mi, lo tomo muy en cuenta, no desfallezcas, porque a quien sirves es a mi, por lo tanto esfuerzate y se muy valiente que Yo estoy contigo”


viernes, 30 de marzo de 2012

Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones

¿De que temeré?

Salmos 46: 1-3

“Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza”.

En la vida hay tantas circunstancias que quieren robarnos la paz que Dios ha depositado en nuestro corazones. No podemos evitar que estas cosas vengan a nuestra vida, pero si podemos evitar que estorben nuestro caminar.

Una de las cosas que Dios me ha permitido tener durante mi vida en el Señor es: La fe y la certeza de que El es mi pronto auxilio en la tribulación. Muchas cosas han pasado en mi vida, pero en medio de todo eso siempre he tenido presente de que Dios es quien me protege y que si confió en El, jamás me defraudara.

Por esa razón con convicción y por experiencia propia puedo decirte que no tienes de que temer. Posiblemente estas a travesando tribulaciones terribles, a lo mejor tu animo a menguado y tu comunión con el Señor se ha venido a bajo. Quizá no hallas que hacer y tienes temor de lo que puede ser de ti o de tu familia en los próximos días, pero en esta hora quiero decir que no temas, que no desmayes, que no te des por vencido, que hay un Dios el cual es mi Dios y el tuyo que puede sacarte de cualquier situación en la que puedas estar metido.

El salmista lo reconocía en estos versículos, el decía: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Al igual que en el antiguo tiempo, también hoy en día Dios es nuestro ampara, nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio, por tanto, no temas.

Amigo mío, es momento de reflexionar en lo siguiente: ¿Por qué temo si Dios esta conmigo?, ¿Por qué desmayo si Jehová es mi fortaleza?, la teoría ahora ya la sabes, pero para que la Palabra de Dios se haga viva se necesita aplicar la fe en ella. Por esa razón te invito a que te levantes en el Nombre de Jesús, que dejes aun lado el temor que te ha invadido y comiences a creer en que Dios es tu superhéroe, pues el es tu pronto auxilio en la tribulación.

No permitas que el enemigo robe la paz que Dios quiere depositar en tu vida, no permitas que el temor te robe la confianza de que Dios es tu fortaleza. Comienza a practicar la palabra del Señor y comienza a confiar plenamente en El, pues El jamás te defraudara y te lo digo por experiencia propia.
 Escritos por Enrique Monterroza